Una singular comedia sobre la desconexión y el hastío en la Australia contemporánea a través de los ojos de dos veinteañeros. Ray y Alice lo tienen casi todo y quizá ese sea el problema. Parece que ningún aspecto de su vida tiene intensidad. Una vez que han enterrado todas sus ambiciones, lo único que quedan son los restos indefinidos de algo.
Entre la ironía más descarada y el desapego emocional, James Vaughan ofrece su visión de los vacíos emocionales de la generación millennial. Como si se tratase de un personaje extraviado de Éric Rohmer, su protagonista permanece aislado en una clase burguesa construida sobre imágenes, palabras, ideologías y elecciones simuladas… ¿Dónde se puede encontrar la autenticidad?